martes, 21 de enero de 2014

La primera vuelta al mundo.




Orígenes del plan de Magallanes

Fernando de Magallanes  fue el navegante portugués que pondrá en marcha la expedición española que dará por primera vez la vuelta al mundo. Siendo joven Magallanes había viajado a la India en una expedición portuguesa durante la cual obtuvo informes de la existencia de las Islas Molucas, muy ricas a causa de la abundancia de las entonces carísimas especias. De vuelta en Portugal pensó en organizar una ruta viajando hacia el oeste, pensando que sí las islas estaban más allá de la India no deberían estar muy lejos de los nuevos territorios americanos. El proyecto de Magallanes se basaba como el de Colón en un dato cierto, que la tierra es una esfera, y en uno equivocado, las dimensiones de esta esfera, que ambos consideraban mucho menores de las reales.
El reto consistiría en hallar un paso por el sur de América que permitiese llegar a las Molucas y sus riquezas. Este proyecto no entusiasmó al rey de Portugal, por esto Magallanes abandonó su país y le expuso sus planes a la corona española.
Esta en principio los rechazó, pero luego Magallanes se entrevistó con el rey Carlos al que expuso dos razones convincentes: la ruta por el oeste era posible y más corta, y las islas Molucas debían estar en la parte española del mundo que había fijado el Tratado de Tordesillas. El rey Carlos I aceptó el plan de Magallanes con el cual firmará un acuerdo o capitulación) semejante al que los Reyes Católicos firmaron con Cristóbal Colón en 1492.
La expedición de Magallanes
La expedición formada por cinco naves con unos 250 hombres a bordo y con Magallanes al mando de la flota se hizo a la mar en agosto de 1519. Tras pasar por las Canarias se dirigió hacia Sudamérica, viajando más al sur de lo que hoy es Brasil y entonces eran las posesiones portuguesas en América, donde exploraron cada porción de costa, costeando cada golfo y cada estuario (como el gigantesco Río de la Plata) buscando el paso hacia el océano Pacífico. Tuvieron que pasar el invierno austral (que coincide con los meses del verano del hemisferio norte) en el sur de lo que hoy es Argentina. En ese momento se produjo un motín que supuso la pérdida de dos de las cinco naves de la expedición. Cuando terminó la estación fría siguieron hasta el sur hasta encontrar el paso que todavía hoy llamamos Estrecho de Magallanes. Los historiadores reconocen la enorme dificultad que tuvo encontrar este paso en una zona que puede definirse como un auténtico laberinto geográfico, y el mérito que tuvo atravesarlo sin daños, pues esta parte del mundo es famosa por sus dificultades meteorológicas, lo que unido a la escasa anchura del paso, convierte a la expedición de Magallanes en una auténtica hazaña.
Una vez entrados en el océano al que ellos van a bautizar como Pacífico empezaron una travesía que Magallanes esperaba que fuese corta hacia el oeste en dirección a Asia. La trascendental decisión de proseguir el viaje después de más de un año de navegación, sufrir un motín y perder hombres y barcos, sólo puede entenderse por la creencia de Magallanes en la proximidad de las costas asiáticas.
 En concreto Magallanes pensaba
que lo que había más allá del paso era un pequeño mar cuando en realidad era el mayor de los océanos y que la tierra firme más cercana se encontraba a varios miles de kilómetros.
La expedición de Magallanes se desplazará durante tres meses por el Pacífico sin ver nunca tierra y casi sin comida. A causa de la falta de alimentos frescos muchos marineros enfermaron de escorbuto y de estos la mayor parte acabarán por morir. La expedición ya en un estado desesperado alcanzará la isla de Guam en enero de 1521 y luego reemprenderá su viaje hacia Asia.
Magallanes va a encontrar la muerte en las Islas Filipinas en medio de una escaramuza con unos nativos. No va a conseguir, por tanto, terminar la circunnavegación del mundo, pero había recorrido ya la parte más desconocida y demostrado que su plan (y el de Colón) era viable: “alcanzar oriente por occidente”.
El viaje de regreso: Juan Sebastián Elcano
La expedición continuó al mando de Elcano, marino español que después de alcanzar las islas Molucas y cargar especias, inició el viaje de regreso por la ya conocida ruta “portuguesa” (conocida, pero peligrosa para una expedición española) a través del Índico para luego circunnavegar África para acabar llegando en septiembre de 1522 a España. De las cinco naves que partieron sólo completó la vuelta al mundo una, la Victoria, y de los más de 250 hombres que embarcaron tres años atrás, sólo volvieron 18. Estos fueron los primeros seres humanos en dar la vuelta al planeta y, aunque este no era el objetivo de la expedición, es lo que les hizo pasar a la historia, en especial a Juan Sebastián Elcano, al cual el rey Carlos I le concederá un escudo de armas coronado con un globo terráqueo e ilustrado con la leyenda o divisa “Primus circumdedisti me”, que significa “el primero que me rodeaste”.
Como curiosidad para la historia debe añadirse que después de vaciar la carga del único barco que terminó la travesía se calculó que el valor de las especias transportadas servía para pagar los gastos de la expedición e incluso producir beneficios. Ello puede ilustrar el enorme negocio que suponía el comercio de estos productos y explica los tremendos esfuerzos y peligros que los marineros de la época se atrevían a soportar. La dificultad de la expedición planeada por Magallanes queda de manifiesto porque hasta cincuenta años después nadie se atrevió a repetir semejante viaje.

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